La contabilidad del cambio: cómo las mentes innovadoras lideran la destrucción creativa en los negocios
- Alta Dirección Jurídica

- 6 nov
- 7 Min. de lectura

Por Luis Hernández Martínez*
Polímata en cumplimiento estratégico, ética corporativa, liderazgo regulatorio e investigaciones periodísticas especializadas en empresas y negocios (también un ignorante razonable, y aprendiz para siempre, de otras disciplinas).
Hoy, alta dirección y equipos contables enfrentan un escenario disruptivo: los sistemas de inteligencia artificial pueden procesar, predecir y corregir millones de transacciones en fracciones de segundo. En ese contexto, la verdadera ventaja competitiva radica en pensar diferente; en aplicar procesos cognitivos de alto nivel para transformar datos en decisiones con impacto estratégico.
Las habilidades del pensamiento –crear, descubrir, inventar, imaginar, suponer e hipotetizar– no son florituras intelectuales, sino competencias esenciales para reinventar la función contable, administrativa y legal. Cuando esta capacidad se articula con los procesos creativos de expansión/contracción y extensión del campo, activación cognitiva e inventiva, se forma una matriz de innovación que puede sustentar el liderazgo contable en lo que resta del siglo XXI.
Pero atención. Hoy incorporamos una fuerza adicional: la destrucción creativa. Recientemente, el “Premio Nobel de Economía 2025 fue otorgado a Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt por sus aportes al estudio del crecimiento impulsado por la innovación y la destrucción creativa” (anuncio publicado en diversos medios de comunicación). Según la Academia Sueca, su trabajo evidencia que el progreso tecnológico reemplaza modelos antiguos con nuevos, y que “el crecimiento económico no puede darse por sentado; hay que sostener los mecanismos que subyacen a la destrucción creativa” (Aghion, et al, 2021).
La contabilidad, y la alta dirección de empresa en general, no están exentas del efecto de ese “vendaval”, como diría Schumpeter: la función contable misma puede (y debe) ser objeto de destrucción creativa para recombinarse hacia formas superiores. A continuación, exploro cómo los líderes empresariales pueden articular competencias mentales, procesos disruptivos y la lógica de la destrucción creativa en el saber prudencial de crear empresa, con ética y audacia (nuevo paradigma contable, administrativo y legal incluido).
Multiverso de opciones
Primero aparece la expansión de ideas. La fase divergente del pensamiento (generar múltiples alternativas sin filtros). Guilford (1950) “identifica la fluidez, la flexibilidad y la originalidad como rasgos centrales” en dicha etapa. Un líder contable y administrativo debe impulsar esa apertura en su equipo, por ejemplo, mediante sesiones de lluvia de ideas interdisciplinaria o técnicas de design thinking aplicadas a retos fiscales, reportes financieros o gestión de riesgos en el flujo de efectivo.
Ejemplo: imagina que los estados financieros se proyectan como narrativas visuales automáticas mediante IA, o que un módulo de “contabilidad ambiental” captura automáticamente “la huella de carbono de los procesos de producción”. En esta fase, los roles del contador no sólo se reimaginan, sino que también se conectan con economía, sostenibilidad y tecnología.
Contracción: elegancia y rigor
Luego llega la contracción, el momento convergente donde se evalúan las ideas generadas: cuáles tienen viabilidad técnica, cuál respeta las normas contables (IFRS, NIF, normas locales), cuál se alinea con la ética empresarial. Gardner (1993) subraya que la creatividad debe equilibrarse con la disciplina (y el prudente discernimiento, agrego de mi cosecha): producir muchas ideas no es suficiente; hay que saber cuáles conservar.
Ejemplo: del abanico de propuestas sobre un reporte inteligente, selecciona aquellas que puedan integrarse sin quebrar la precisión, la auditoría y la legalidad. Por ejemplo, descarta simulaciones fantasiosas que no tengan respaldo documental o que violen confidencialidad.
Tal vaivén entre expansión y contracción es la respiración creativa dentro de la función contable, administrativa y legal: abre posibilidades y las encausa con rigor.
Redefinir lo que cuenta
La noción de campo, usada por Csikszentmihalyi (1996), refiere al sistema social que valida las innovaciones. Extender el campo implica redefinir qué se considera como un “valor contable”. En la contabilidad posmoderna, eso significa incorporar dimensiones que antes se rechazaban como externas: la sostenibilidad, la responsabilidad social, el gobierno corporativo, la ética y la transparencia.
Un liderazgo contable, administrativo y legal visionario no se conforma con cumplir normas: propone métricas que el mercado exige ya (visión ASG, por ejemplo), establece reportes narrativos y modelos predictivos basados en IA, y eleva las expectativas del campo clásico. Desde dicha perspectiva, las innovaciones de gestión y legalidad dejan de ser meramente técnicas para volverse transformativas.
Frase de reflexión (afirmativa) para la C-Suite completa. Hoy vivimos la era de la contabilidad del cambio: cómo las mentes innovadoras lideran la destrucción creativa en los negocios.
Urge tejer conexiones interdisciplinarias
La activación cognitiva es el proceso mental que combina información de distintos dominios para generar asociaciones originales. En el “Modelo Geneplore” (Finke, Ward & Smith, 1992), se generan (generate) estructuras mentales que luego se exploran (explore) en busca de conexiones no evidentes.
Para un director financiero, por ejemplo, activar la cognición significa cruzar saberes: tomar datos contables, modelos de comportamiento del cliente, principios éticos y algoritmos de IA, y explorar formas de prever riesgos fiscales, fraude o escenarios macroeconómicos en tiempo real.
Aquí la inteligencia artificial actúa como nutriente de la activación: su capacidad para simular miles de escenarios proporciona “gérmenes cognitivos” que el pensamiento humano reordena con criterio, pero no reemplaza. Al contrario, potencia la mente humana.
Del algoritmo al servicio estratégico
La inventiva es el momento de materializar ideas en aplicaciones reales. Según Runco y Jaeger (2012), la creatividad consiste en producir algo que sea original y apropiado. En el dominio contable, administrativo y legal, eso significa desarrollar herramientas, procedimientos o sistemas que transformen la práctica.
Ejemplo: crear un módulo de auditoría continua basado en machine learning que monitorea transacciones sospechosas en tiempo real, o un modelo de reporte de sostenibilidad integrado al ERP contable. Dicha invención debe respetar normas, proteger datos, ser transparente y generar valor real.
A nivel cognitivo, la inventiva implica reorganizar esquemas mentales frente a nuevos retos (Piaget, 1970). Pero sin un sustento ético, la innovación puede volverse peligrosa. Gardner (2011) advierte que “la creatividad sin virtud puede producir innovaciones destructivas”, y ese riesgo es real en el ámbito contable, administrativo y legal: manipulación, engaños, lavado de activos disfrazados de innovación. ¡Cuidado!
Recuerda que la deshonestidad profesional no es un problema de solución técnica, sino un asunto estratégico de liderazgo transformacional (por citar un tipo). Será muy fácil verificar mi dicho con la impresionante cantidad de casos de corrupción publicitados (la mayoría de ellos, originados por el indebido control de la alta dirección). O en libros: ahí está el infierno corporativo que vivieron las compañías que mencioné en “Los 7 Pecados Capitales de las Empresas” (Hernández, 2000).
Destrucción creativa en la práctica
El concepto de destrucción creativa fue formulado por Joseph Schumpeter (1942) como el proceso por el cual nuevas innovaciones destruyen modelos antiguos para dar paso a nuevas combinaciones productivas. Él lo describió como “el vendaval perenne” que transforma el capitalismo desde dentro.
En 2025, “el Nobel de Economía reconoció a Mokyr, Aghion y Howitt por profundizar cómo la creación de nuevas tecnologías y modelos empresariales implican la obsolescencia de los anteriores”, y cómo esa dinámica es fundamental para el crecimiento sostenible (Aghion, et al, 2021).
Para la alta dirección (C-Suite completa), la destrucción creativa no es una amenaza teórica, sino una realidad concreta:
Un sistema contable tradicional puede volverse obsoleto ante plataformas basadas en blockchain e IA.
Los roles contables cambian: ciertas tareas rutinarias deben desaparecer para liberar capacidad cognitiva superior.
Los modelos de reporte antiguos (financieros) pueden ser reemplazados por narrativas integrales que fusionan finanzas, impacto y riesgos futuros.
La clave del liderazgo es anticipar esa transformación, no resistirla. La gestión del cambio del mañana se construye desde ahora, claro, si aceptamos que algunas piezas deben ser destruidas para que otras emerjan.
Ética, IA y liderazgo, pilares de la innovación contable
Una organización innovadora debe tener tres ejes irrenunciables:
Transparencia algorítmica: cuando use IA, el modelo debe ser explicable, auditable y sujeto a supervisión humana.
Ética del dato: proteger la confidencialidad, evitar sesgos y asegurar que las decisiones automatizadas no perpetúen desigualdades.
Responsabilidad cognitiva: los líderes deben asumir que no todo lo que la IA sugiere es moralmente aceptable; deben juzgar.
Como recuerda Damasio (1994), la emoción y la razón se entrelazan en la toma de decisiones reales. Un sistema que corrija automáticamente transacciones debe estar validado por un valor ético humano; de lo contrario, puede reproducir fraudes o sesgos en grande.
La destrucción creativa tecnológica (por citar un caso) debe estar acompañada de construcción ética y humana. Nadie quiere que la innovación contable, administrativa y legal derive en opacidad, abuso o manipulación. La C-Suite está en una encrucijada: puede permanecer como fanática técnica o transformarse a partir de una dirección estratégica cognitiva.
Los líderes que comprendan y practiquen los procesos mentales de crear, descubrir, inventar, imaginar, suponer e hipotetizar –aprendiendo a expandir y contraer ideas, extender el campo, activar cognición e inventar– tendrán la llave del cambio. Y adoptarán la destrucción creativa no como amenaza, sino como motor para reinventar la función contable, administrativa y legal.
Hoy, no gana quien acumula datos, sino quien piensa mejor. No gana quien resiste la transformación, sino quien la lidera con audacia ética.
*El autor es fundador de Alta Dirección Jurídica y Socio del Área de Capacitación de Vission Firm México (miembro de GGI Global Alliance).
PARA CITAR EL PRESENTE ARTÍCULO: Hernández, L. (2025, 6 de noviembre). La contabilidad del cambio: cómo las mentes creativas lideran la destrucción creativa en los negocios [Entrada de blog]. Alta Dirección Jurídica. https://www.altadireccionjuridica.com/post/la-contabilidad-del-cambio-cómo-las-mentes-innovadoras-lideran-la-destrucción-creativa-en-los-negoc
REFERENCIAS:
Aghion, P., Antonin, C., & Bunel, S. (2021). El poder de la destrucción creativa: ¿Qué impulsa el crecimiento económico? (V. J. Elías, Trad.). Deusto.
Csikszentmihalyi, M. (1996). Creativity: Flow and the psychology of discovery and invention. HarperCollins.
Damasio, A. (1994). Descartes’ error: Emotion, reason, and the human brain. Avon Books.
Finke, R. A., Ward, T. B., & Smith, S. M. (1992). Creative cognition: Theory, research, and applications. MIT Press.
Gardner, H. (1993). An anatomy of creativity seen through the lives of Freud, Einstein, Picasso, Stravinsky, Eliot, Graham, and Gandhi. Basic Books.
Gardner, H. (2011) Truth, beauty, and goodness reframed: Educating for the virtues in the age of truthiness and Twitter. Basic Books.
Guilford, J. P. (1950). Creativity. Artículo de revista. American Psychologist.
Hernández, Luis. (2000). Los 7 pecados capitales de las empresas. Editorial Diana.
Piaget, J. (1970). Genetic epistemology. Columbia University Press.
Runco, M. A., & Jaeger, G. J. (2012). The standard definition of creativity. Artículo de revista. Creativity Research Journal.
Schumpeter, J. A. (1942). Capitalism, Socialism and Democracy. Harper & Brothers.



Meza Rodríguez Diego Cristian (T)
El texto plantea que la contabilidad y la alta dirección se encuentran en un punto de inflexión histórico provocado por la inteligencia artificial. En un entorno donde los sistemas automatizados pueden ejecutar tareas técnicas con precisión y velocidad superiores, la verdadera ventaja competitiva ya no radica en procesar datos, sino en pensar de manera distinta: generar ideas, formular hipótesis, inventar soluciones y transformar información en decisiones estratégicas.
Las habilidades del pensamiento –crear, imaginar, descubrir e hipotetizar dejan de ser meros adornos intelectuales y se convierten en herramientas esenciales para reinventar la función contable, administrativa y legal. Cuando estas capacidades se integran con procesos creativos como la expansión y contracción de ideas, la activación cognitiva y…
Julissa Villanueva Romero (T)
Adoptar una postura pragmática y proactiva es la única forma de evitar la inmovilidad ante la constante transformación del mercado. El progreso tecnológico ofrece una oportunidad ineludible de innovar, y debemos tomar acción, integrando las nuevas herramientas como un apoyo fundamental para la creación de modelos superiores.
Sin embargo, la clave no reside solo en la capacidad de la tecnología, sino en el juicio humano. La disciplina de la innovación exige el rigor y la virtud para evaluar las implicaciones éticas y los riesgos inherentes de los nuevos procesos. Solo al subordinar la eficiencia a la conciencia moral podemos generar un blindaje adecuado contra las amenazas. Esto requiere una dirección que ejerza un liderazgo consciente, asegurando…
Alexa Quizaman Lucas (T)
Leer este texto me hizo ver que la contabilidad ya no se trata solo de números, sino de revolución.
Durante años fue una disciplina rígida, casi mecánica; pero ahora, como dice el autor, llega el momento de romper los moldes. La contabilidad tiene que dejar de registrar el pasado y empezar a interpretar el futuro.
La idea de la destrucción creativa me encantó pues hay que dejar morir lo viejo para que nazca algo más consciente, más ético, más humano.
El contador del futuro no solo lleva cuentas ya que crea valor, piensa distinto y da sentido al cambio.
Christian de Jesús Morales Espinosa (P)
En general, este articulo me resulto interesante sobre todo la forma de hacerme pensar que en la vida diaria la creatividad es una herramienta necesaria para poder enfrentarme a lo que pueda pasar y comparto la idea mencionada de Gardner en donde dice que la creatividad debe estar equilibrada con la disciplina porque en cualquier ámbito de tu vida si no desarrollas una buena disciplina no vas a tener el mejor enfoque en lo que quieres lograr.
Con el artículo reflexioné que:
La ética es el corazón de la contabilidad, “sin el cual no” hay verdad, no hay confianza y no hay propósito en nuestro trabajo.
Me gustó mucho el artículo. Estar aprendiendo contabilidad y ver todos los cambios que están ocurriendo me hace comprender la gran responsabilidad que tenemos con lo que sabemos. Nuestras decisiones deben generar valor y confianza. Ya no basta con dominar las normas; ahora es necesario interpretarlas con criterio y prudencia.
Para mí, la ética profesional es lo que nos da equilibrio entre la innovación y el conocimiento. Como bien se menciona la esencia de la contabilidad se está reinventando y coincido ya no es solo calcular, es pensar; no es solo…